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¿Cómo el Yoga puede mejorar tu salud?

Velar por el estado de salud es un cometido que hemos de tener en cuenta a lo largo de toda nuestra vida, implementando aquellos hábitos que van a contribuir al incremento de nuestro bienestar. Dicho bienestar no debe entenderse como algo asociado estrictamente a lo físico, sino también a lo psicológico; razón de peso por la que determinadas prácticas deportivas se han ganado el reconocimiento social. En este orden de ideas, el yoga destaca por encima del resto, fruto de la convergencia entre el ejercicio y la estabilidad emocional que alcanzamos a medida que vamos aprendiendo sus técnicas.

Prevención y solución de afecciones físicas

Una de las políticas más acertadas cuando estamos considerando qué metodologías son las más apropiadas para velar por nuestro nivel de calidad de vida es, indudablemente, la prevención. Debido a ello, servicios como los seguros de salud gozan de una especial relevancia en la estructura comercial del mercado sanitario, garantizando una cobertura médica de calidad en caso de necesitarla. Sin embargo, mucho antes de acudir al doctor correspondiente a cada afección, se antoja mucho más acertado actuar con responsabilidad y poner en práctica ejercicios como el yoga.

El yoga es un conjunto de posturas que, en coordinación con la respiración, van derivando en una optimización del estado de salud, previniendo todo tipo de enfermedades. Ejemplo de ello es el efecto del yoga sobre el sistema cardiovascular, reduciendo en gran medida la presión arterial y la frecuencia cardiaca. Es decir, el ritmo del corazón se minimiza en aras de evitar que se resienta con el paso de los años, adelantándonos a incidentes tan severos como es el caso de un infarto o una arritmia. Por lo tanto, hablamos de una técnica de prevención con la que, además, nos mantenemos en forma.

Por otro lado, cabe hacer mención a los beneficios para el sistema digestivo. El yoga contribuye a la correcta digestión, mejorando así el proceso de nutrición del organismo para obtener las energías pertinentes en cada comida. La dieta ha de ser sana y equilibrada; sin embargo, con el yoga se incrementa su efectividad y esto repercute en diferentes marcos de la salud: desde tener más fuerzas, hasta moldear la figura como siempre soñamos.

Salud emocional, la cara B del bienestar

Es indudable que los previamente mencionados seguros de salud nos otorgan una tranquilidad invaluable, sabiendo que cuando lo necesitemos, tendremos una cobertura médica de rigor. A su vez, contratar un plan de vida hace lo propio con nuestros seres queridos, protegiéndolos en caso de que suceda lo peor. Ahora bien, junto a estas acciones preventivas, el yoga vuelve a ocupar un puesto esencial cuando hablamos de bienestar emocional, siendo un ejercicio con el que nos liberamos de las preocupaciones cotidianas y recuperamos la armonía, sin importar qué está sucediendo en nuestro día a día.

Puesto que se trata de un conjunto de técnicas respiratorias, el yoga alivia el estrés por medio de la relajación. Nuestro cuerpo y nuestro espíritu se convierten en uno para que, en contacto con nuestro yo interior, podamos hacer frente con más fuerza a las vicisitudes que puedan acontecer. Esto, como no podría ser de otra manera, tiene efectos positivos ante trastornos del sueño -ayudándonos a dormir mejor cada noche-, la falta de concentración o incluso la confianza en uno mismo. Porque el yoga revitaliza nuestro bienestar mental y carece de sentido no darle la oportunidad que tanto merece, anticipándonos a cualquier tipo de problema emocional.

A lo largo de los últimos años se han disparado los casos de depresión, más todavía con la llegada de la pandemia. En consecuencia, resulta más importante que nunca actuar con responsabilidad y sumarse a las actividades más enriquecedoras que, como el yoga, nos hacen recuperar la estabilidad psicológica. Hablamos de un deporte que ha pasado a convertirse en una filosofía de vida y, con los servicios que contratamos para protegernos, hacemos que nuestra salud tenga un halo de seguridad imposible de franquear. 

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