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Beneficios de los baños de hielo

Tomar baños de hielo, en agua muy fría o helada está de moda. Cada vez son más los que, ya sea por fines terapéuticos (terapia del frío) o buscando una mejor recuperación muscular, prueban una experiencia que ayudará a nuestro cuerpo y organismo a recuperase mejor y disfrutar de los beneficios antiinflamatorios y analgésicos del agua fría.

Para tomar un baño con agua muy fría no necesitas complejas instalaciones, tan solo comprar una bañera de hielo, una máquina que enfriará el agua (entre 200 y 5000 litros) a un mínimo de 0 grados en cuestión de pocas horas.

¿Por qué los deportistas se dan baños con agua fría?

Tanto si eres deportista ocasional o habitual, seguramente en alguna ocasión hayas sentido molestias o algún tipo de dolor después del entrenamiento. Los baños fríos son cada vez más populares como método para combatir ese dolor, así como para reducir el tiempo de recuperación y aumentar el rendimiento al día siguiente.

Los baños de agua helada son la base de las rutinas de recuperación de muchos equipos deportivos de élite y la mayoría de los jugadores profesionales confían en ellos. La idea que subyace a los baños fríos y de hielo es la siguiente: cuando se hace ejercicio, se producen pequeños desgarros en las fibras musculares o microtraumatismo y el frío estimula la actividad muscular, lo que ayuda no sólo a reparar el daño, sino a fortalecer el músculo.

Al sumergir el músculo en agua fría se contraen los vasos sanguíneos y se eliminan los productos de desecho, como el ácido láctico del tejido. Esto disminuye la actividad metabólica, la hinchazón y la descomposición del tejido, lo que se traduce en una reducción del dolor al día siguiente. La reducción de la temperatura corporal central también resta esfuerzo al corazón y reduce la fatiga nerviosa central.

¿Cómo se toma un baño frío?

Si te animas a tomar un baño frío después de hacer ejercicio, lo mejor es hacerlo inmediatamente después de tu sesión de entrenamiento para obtener los mejores resultados. Para los principiantes o los que hacen entrenamientos más suaves, lo mejor sería empezar por sumergirse en agua fría de 15°C durante 10 minutos. Dado que la temperatura media del cuerpo humano es de 37 °C, esta temperatura ralentizará la circulación del cuerpo y aumentará el flujo sanguíneo con el recalentamiento, lo que le ayudará a eliminar los productos de desecho después del entrenamiento.

Los atletas extremos pueden probar un baño aún más frío y usar una de estas máquinas que enfrían el agua hasta casi 0 grados una piscina de hasta 1000 litros de agua en solo 3 horas. Eso sí, sino estás muy acostumbrado ve poco a poco. Si la primera vez sólo aguantas un minuto, no pasa nada. La próxima vez que te ejercites intenta durar treinta segundos más y sigue intentando aumentar la cantidad de tiempo con cada entrenamiento.

La mejor manera de saber si los baños en agua helada son adecuados para ti es probarlos tú mismo. Pero, te aseguramos que es una magnifica idea.

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